Los jóvenes (del mundo en general y de la Argentina en particular) impresionan como restos de un naufragio colosal. Van a la deriva, arrastrados por el viento o la marea. Poseen poca o ninguna referencia sobre el pasado. Presienten que para ellos no hay futuro. Y titilan en un presente donde todo parece gritarles que son material descartable, un accidente del tiempo.
Las rebeldías generacionales de antaño no los motivan porque la sociedad globalizada se volvió inmune a cualquier tipo de impugnación. Momentos inspirados de sublevación juvenil como la contracultura, el pop-art, el rock progresivo y la experimentación psicodélica de los años Sesenta, y luego el movimientismo estudiantil, la desfachatez punk o el cinismo posmoderno quedaron como muecas en el vacío ante el vértigo inasible de una época dominada por la mediocridad y la trivialidad. Y por centenas de crímenes impunes y el auge de una “realidad virtual” donde hipotéticamente todo es posible y donde en última instancia nada ocurre.
Queda entonces un baluarte final en medio del páramo multitudinario y de 180 canales de TV por cable donde raras veces se cuela la vida verdadera: el propio cuerpo y el culto del placer instantáneo a cualquier precio. En un fin de siglo donde hasta la vida se devaluó Y ante el espectáculo insostenible de sus padres demolidos, hoy el adolescente se acurruca en una cápsula donde desfilan las más crudas muecas de la soledad. Disfrazada de "tribu urbana".
La búsqueda de placeres físicos incesantes se llama “hedonismo”, dominado por otra obsesión, el “narcisismo”, que consiste en mirarse sin cesar en un espejo y creer que la imagen es el principio y el fin de todas las cosas.
Psicólogos y sociólogos tratan de explicar esta sombría situación colectiva y recurren al término “anomia”, suma de incertidumbre y parálisis. Hace tres o cuatro décadas, estaban claros los límites entre el conformismo y la innovación. Ahora predomina un retraimiento morboso, el cuerpo se llena de tatuajes y de aritos o dijes, se rechazan los marcos sociales fragmentados, y se navega en un mar de derrotas, miedos y frustraciones. Matizadas por penosas instancias de toxicomanía, alcoholismo, violencia delictiva, vandalismo, bulimia y anorexia.
Pero no es el fin del mundo: es apenas el epílogo de una época (el siglo XX) donde se perfeccionaron como nunca los mecanismos para el exterminio masivo de seres humanos y del entorno natural, y donde nadie logra responder a las incógnitas sobre el sentido de haber nacido.
En 1983, el filósofo francés Gilles Lipovetsky, previó todos estos ritos crepusculares en un libro titulado “La era del vacío”. Resaltaba que hoy la gente quiere vivir enseguida, aquí y ahora, conservarse joven y no ya forjar el hombre nuevo anunciado otrora por profetas y visionarios. Y agregaba que ya ninguna ideología política es capaz de entusiasmar a las masas, que la sociedad posmoderna no tiene ni ídolo ni tabú, ni tan sólo una imagen gloriosa de sí misma, ningún proyecto histórico movilizador: “estamos regidos por el vacío, un vacío que no comporta, sin embargo, ni tragedia ni apocalipsis”.
En medio de este torbellino, dos detalles retrospectivos indican que jóvenes de ayer y de hoy están tratando de recuperar un tiempo que aparentemente fue hermoso. En el mundo se vende a raudales una compilación discográfica de una banda británica disuelta en 1970 (Los Beatles) y por aquí se apuesta al regreso de otro conjunto que acabó en 1975 (Sui Generis). No por azar, en la banda sonora del multilaureado film “Belleza americana” aparece el “Because” (Por qué) de Lennon y McCartney, y una balada del folk-singer Neil Young, que dice: “No te dejes desanimar, son sólo castillos lo que está ardiendo”.
Locos por vivir, locos por amar, locos por salvarse, los jóvenes resisten como pueden los embates del desamparo material y moral pues así como todo está permitido, todo se volvió intangible. Y empiezan a descubrir que el momento más oscuro de la noche se presenta en el instante que precede el amanecer.
Mi querido Miguel,!!que gran honor leerte aqui en la web!!No nos vemos desde lo de Redd en el Santa Maria,que dicho sea de paso terminarémos de masterizar en junio.Escribime que quiero pasarte algunos tracks que te prometí.Mi correo supesticion70@gmail.com.Voy a pone ya el link de tu blog en el mio.
ResponderEliminarCon la admiracion el respeto y el cariño de siempre.
Un fuerte abrazo Miguel
Miguel,que honor y privilegio poder leerte aqui también!!!No nos vemos desde el concierto de Redd en el Santa Maria,que dicho sea de paso terminarémos de masterizar en junio y si Dios quiee editaremos hacia fin de año.Voy a linkearte ya mismo en mi blog.
ResponderEliminarEscribime a supersticion70@gmail.com que quisiera pasarte algunos tracks,que te prometí aquel dia.
Con el respeto admiración y cariño de siempre.
Un fuerte abrazo Miguel.