EDITOR: MIGUEL GRINBERG


ENTREVISTA (click acá)

19 de febrero de 2012

Spinetta: Todos estos años de luz






 
Spinetta:  
Todos estos años de luz
 
Por Carlos Romano



Corría el año 1973, y en un programa radial que conducía Miguel Grinberg, sonaba “Cantata de puentes amarillos”, ese fue el momento mágico, esa canción mágica entraba en mí por vez primera. Estaba en la secundaria y recuerdo que nos martillaban con “Coplas por la muerte de su padre” de Jorge Manrique, “Cualquiera tiempo pasado fue mejor”, decía Don Manrique, y el “flaco” cantaba: “Aunque me fuercen yo nunca voy a decir, que todo tiempo por pasado fue mejor, mañana es mejor…”. No puedo explicar con palabras lo que produjo esa canción de libertad en mí, pero puedo asegurar que de ahí en más mi vida hizo un giro hacia un lugar más valedero, mi interior había sentido una especie de liberación. El corazón de Luís se había inspirado en la lectura de dos libros: “Cartas a Theo”, las cartas que Vincent Van Gogh le escribió a su hermano, y “Van Gogh, el suicidado por la sociedad” de Antonin Artaud, dos libros que se funden en esa canción, era la plena revelación en contra de lo establecido, una canto de libertad absoluta. Luego pasó el tiempo y me metí de lleno con la música de Almendra, Pescado Rabioso e Invisible, y de ahí en más seguí su rica trayectoria, la última vez que lo vi en vivo fue en enero del año pasado en un teatro de Villa Gesell.

Spinetta era el padre, él era el gran capitán que invitaba a viajar, él abría el espectro musical, su alma era el prisma que atravesada por un haz de luz mostraba los colores, él era el luchador incansable que todo el tiempo se esforzaba en dar lo mejor de sí, el gran creador argentino, aquel que nos dio tanta libertad a nuestro espíritu, aquel que nos enseñó una manera franca y leal de hacer canciones, sin transas, sin oportunismos, sin encubrimientos, así tal cual como lo había expresado en ese Manifiesto del Rock en 1973. Y, más allá de gustos musicales, de cualquier fanatismo estúpido, de esa costumbre “bien argentina” de valorizar a nuestros artistas después que se marchan, el “flaco” Spinetta fue el mejor exponente del Rock Argentino, un artista con un alto grado de creatividad, estoy hablando de uno de los compositores más importantes de nuestra lengua, y si lo que digo genera dudas, los invito a que escuchen detenidamente su discografía.

Por esas cosas del destino entrevisté al “flaco” en tres oportunidades. De esas conversaciones, en diferentes etapas de su vida, es que nació este resumen que hoy quiero compartir con uds. en carácter de un humilde homenaje.

¿Cómo te definirías?
L. A. Spinetta: “Creo que más que nunca soy un “NO ARTISTA”. Es decir, estoy tratando que ante todo, el hombre prevalezca por sobre todas las situaciones en las que se incorporan roles, y siento que cuando subo al escenario soy el mismo que cuando bajo de él, siento también que hay una inspiración por crear, pero, no inspiración por contagiar a la gente de cualquier manera con lo mío, la gente ya se ha contagiado suficientemente de Spinetta, de sus virtudes y también de sus defectos, entonces siento que ahora es la etapa de la realización del ser, que tiene que dejar de lado al artista, al tipo que se rompe la cabeza pensando: ¿Cómo puedo enganchar a la gente? ¿Y ahora qué le digo? Básicamente, quiero sentir lo que haga y exponerlo, conservando la misma esencia que cuando estaba en mi casa haciéndolo, lo cual es bastante difícil, pero, pienso que jamás me voy a convertir en un ídolo de cartón, ni en un seudocreador que lo único que le interesa es la cantidad de shows que tiene para el fin de semana y que las canciones sean todas una porquería.”

¿Qué esperás del futuro, como lo imaginás?
L. A. Spinetta: “Espero que la etapa de cambios que se tienen que dar en la humanidad, que es una etapa de cambios grandes, se de cuanto antes, pero tampoco vivo esperando que eso suceda, porque eso sería no vivir. Hablo de descubrimientos técnicos, médicos, intelectuales, científicos, capaces de aportarle al hombre una vía para encontrarse a sí mismo y para olvidar lo nefasto de lo que ha sembrado”.

¿Qué lugar ocupa Dios en tu vida?
L. A. Spinetta: “Dios ocupa el mismo lugar que el infinito para mí. No identifico a Dios como a un conjunto de fuerzas, porque a su vez, Dios debe tener su propio Dios. Por lo tanto, para mi Dios es como una línea infinita y… somos Dios también. Formamos parte del infinito y somos el infinito. Dios no es como un escudito regidor, es como la línea sobre la cual oscilamos y el punto en el que nosotros tenemos que encontrar nuestra verdadera fuerza”.

¿Te sentís cómodo siendo argentino?
L. A. Spinetta: “Me gusta éste lugar, quizás no me guste tanto estar inmerso, con mi mentalidad, en el mundo argentino, que es un mundo que pareciera que nunca quiere despegar de lo mediocre, pero amo esta tierra… Ser mediocre es no tener fe, no tener fuerzas, no tener ansias de derrocar al ídolo que tenemos adentro, al cabezón que no quiere cambiar ni un ápice sus costumbres de hace cientos de años, a la falta de autoanálisis y al exceso de análisis del mundo circundante. También existen poderes que se ejercen sobre el pueblo argentino que son tradicionalistas y negativos para la evolución de un país tan joven como éste. Pienso que la juventud argentina es muy luchadora, con lo que se le ha dado más no pudo hacer”.

“El Rock, música dura, cambia y se modifica, es un instinto de transformación”, decía ese manifiesto hecho por vos en 1973, ¿Qué es el rock en este momento de tu vida?
L. A. Spinetta: “Es eso mismo llevado a la práctica, mi música se ha transformado disco a disco, he permanecido en la misma posición frente a toda la hipocresía y por suerte pese a todo, lejos de la parte que quiere figurar, veo como se caen a pedazos algunos y me lastima, pero me he mantenido según esa premisa, eso es lo que hago ahora, como lo hice en aquel momento, espero que luzca así, que lo vean así… Me dediqué a transformar mi música constantemente, sin modas ni prejuicios y tratando de ser lo menos ridículo posible, usar el lenguaje para lo que hay que usarlo y no para hacerse notar…”.

¿Cómo pesa en tu vida el hecho de ser el referente más importante en el Rock Argentino, algo así como se dice: “El flaco es el padre del Rock”?
L. A. Spinetta: “Esos rótulos obviamente están puestos ahí por algo, como uno no puede desatar ese nudo que se armó solo, lo único que puede hacer es tomarlo con buen humor y pensar que a pesar de que uno no es el único, debe tratar de asumir que eso le otorga una gran responsabilidad, le da el honor de tener esa responsabilidad, de no claudicar en la música y en la lírica, que el trabajo sea cada vez más realizado con mayor pasión, inclusive realizando algunos sacrificios también, vas a grabar y dejás un poco de fumar, te cuidás para tener la voz más limpia, hacés pequeñas cositas que son como una forma de entregar las cosas mejor, eso vale, no sé si puedo hacer algo tan cambiante que pueda representar un avance fundamental, eso lo tengo bien claro, pero sé que el intento por hacer algo muy bueno es permanente, es posible que uno esté más cerca del objetivo, que si piensa solamente en hacer algo que vende o que se podría poner de moda… Es otra visión, me siento con otra visión, ser el referente más importante no me importa mucho, lo que me importa es que no me falle esa llama, que no se apague, que siga vibrando en mí, eso es lo único que necesito, después los rótulos y los calificativos vienen solos, son inevitables…”.

En relación a unas de tus letras, ¿Quiénes serían los que “juegan para el enemigo”?
L. A. Spinetta: “El enemigo está compuesto por todas aquellas cabezas reaccionarias, enfermas de poder y de ambición, que son las que aprovechan la energía de la gente y se la quitan para su propio beneficio, para su mayor enriquecimiento, en ese plano que es el plano más primordial, que es de sensibilidad popular, el que puede y el que no puede, en ese sentido el poder es tan roñoso, es el enemigo también, ahora, no todo el poder es así, también tengo confianza que hay gente que es capaz de luchar para algo mejor… El enemigo para mí no está en un campo de batalla, en última instancia está en un enorme espacio de mi alma, es un enemigo que soy “yo mismo”, es uno mismo con todas sus imperfecciones y algo que te impide ver, no solamente es el enemigo el que mata al hermano o el que lo somete a la pobreza, el que le roba la plata o el que comete injusticias de una magnitud inconcebible…”.

Puede ser el enano fascista que llevamos en nuestro interior…
L. A. Spinetta: “Claro… y hay que tenerlo siempre en línea, que no se nos pase porque ese siempre actúa… y por otro lado también el enemigo es gente que hace música de mierda (me disgusta decirlo de esta manera), pero esa música enferma los sentidos, así como otras cosas enferman la parte espiritual o material…”.

(Entrevistas realizadas entre 1981 y 2002)

3 comentarios:

  1. Una vez mas la lucidez de Carlos Romano nos permite emocionarnos con este humilde homenaje a Luis Alberto. Gracias Miguel por hacerlo publico para que de esta manera se mantega vivo la monumental obra de este Muchacho Ojos de Papel. Tu alma sera como un amor de primavera. seguira dando vueltas en busca de corazones sensibles. Un fuerte abrazo para todos. Fabián de VILLA CELINA.

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  2. gracias Miguel. Te escucho siempre. Vos también sos una persona que nos inspira y nos alumbra el camino.
    Marcelo desde Alemania.

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  3. Grande el Flaco Spinetta!!!, rip. ..

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