Por Verónica Dema
De la Redacción de lanacion.com
Viernes 12 de febrero de 2010
El salón está cubierto de un papel plateado, del techo cuelgan varias luces, como una hilera de soles artificiales, el suelo de cemento es un tapiz marrón y verde, mezcla de tierra, semillas y brotes. No bien empiezan a llegar los miembros de Articultores , un grupo que está convencido de que si todos nos sumamos se puede convertir cada espacio abandonado de la ciudad en una huerta, revisan los preparados para salir a la calle, como cada miércoles.
Yudith Villamayor es la que coordina este equipo que se dispone a disparar "bombas de semillas", unos preparados para que nazcan zapallos, acelga, perejil, tomates, en terrenos baldíos, canteros, estacionamientos y hasta macetas desaprovechadas en distintos puntos de la ciudad. Así, con sus bicicletas, recorren barrios de Buenos Aires -empezaron en San Telmo, pero siguieron por Congreso, el micro centro- y, con el permiso de los dueños, palita en mano, entierran las semillas que serán el inicio de una pequeña huerta.
La idea es crear "espacios abiertos y colaborativos de producción", cuenta Yudith. Y prefiere poner manos a la obra y empezar la recorrida.
El Maestro Fukuoka se pondria muy feliz. Los felicito!! Adelante!!
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