EDITOR: MIGUEL GRINBERG


ENTREVISTA (click acá)

25 de mayo de 2011

“La Cofradía quiso cambiar el mundo"

Rocambole: “La Cofradía fue un proyecto para el amor; Los Redondos, no”


Entrevista y artículo realizado por Franco Ruiz.

Ricardo Cohen (Rocambole) fue uno de los fundadores de la primera comunidad hippie de la Argentina, La Cofradía de la Flor Solar. Saltó a la fama por haber diseñado la gráfica del que para muchos es el mejor álbum del rock argentino, Oktubre (1986). Hoy, refugiado en su taller, situado en calle 9 entre 68 y 69, atendió a Pop Nervioso y afirmó que “La Cofradía quiso cambiar el mundo", y que fue un llamado de alerta sobre el egoísmo de la sociedad actual.

En 1964, Rocambole era un estudiante de la Escuela Superior de Bellas Artes (hoy, Facultad de Bellas Artes). Allí, se conoció con los estudiantes –en su mayoría oriundos de Entre Ríos- con los que luego formaría La Cofradía de la Flor Solar.

Las ideas principales de La Cofradía eran, según señaló Rocambole, la igualdad entre el hombre y la mujer; el cuidado de la ecología; y por último, el amor y la libertad en contra del egoísmo y el individualismo.

“Uno de los eslóganes nuestros era: «Sé todo lo libre que puedas ser». Quizás, por eso, nos comparaban con el Mayo Francés (1968), pero nosotros decíamos éstas cosas desde mucho antes, desde el `64”, precisó Rocambole.

“Las mujeres que vivían con nosotros no lavaban los platos”, alegó Rocambole. Y enseguida subrayó que todos los miembros de La Cofradía compartían las tareas de la casa, el trabajo y las ganancias.

“Se dio que no hubo una mujer que tocara un instrumento y que pueda ser parte de la banda musical, pero sí había chicas que cantaban, pintaban, hacían artesanías, y participaban de la fiesta igual que los hombres”, afirmó Rocambole.

“En 1966 ganamos el centro de estudiantes. Era una época muy efervescente, con mucho debate de ideas y un arco amplio de ideologías: tenías desde agrupaciones “foquistas” hasta gente ligada al “pop-art”, contó Rocambole.

Acto seguido, Rocambole añoró las largas charlas en los cafés que le daban vida a la calle 51 entre 7 y 8: “Estaba lleno de bares, como el Tirol-chopp, el Adriático, el Capitol, el Parlamento (éste todavía está) ...”.

Sin embargo, Rocambole se ufanó de que ellos lo hicieron antes. “Comenzamos, desde el centro de estudiantes, a empapelar las aulas con eslóganes raros, surrealistas, como: «Lo único constante es el cambio». Y las comparaciones con el Mayo Francés no tardaron en llegar.

“Las ideas y las gestas del Mayo Francés llegaron más tarde”, sostuvo Rocambole. “Lo mismo ocurrió con El Verano del Amor de San Francisco y el hippismo. Todo eso llegó después. Lo que sí había, era una suerte de sintonía generacional con todo eso, quizás, porque leíamos los mismo libros, como El ángel subterráneo, de Jack Kerouac”, explicó Rocambole.

“A mí me decían rebelde, beat, existencialista, iracundo, pero nunca hippie, eso vino después”, rememoró Rocambole.

Los cofrades trabajaban en la cooperativa del centro de estudiantes de la Escuela de Bellas Artes. Por esos años, el comedor universitario era el centro de reuniones de todos los estudiantes. Allí se hacían peñas, fiestas, y funcionaba como un centro de convergencia de diversos proyectos, artísticos y/ o políticos.

“Había estudiantes peruanos, venezolanos, de Panamá, Costa Rica, y de toda América Latina. Venían a estudiar a La Plata porque acá les daban unos tiquetes, y con eso comían, gratis, todo el año. Un estudiante del interior llegaba a La Plata, y esa misma noche, ya estaba cenando en el comedor universitario”, recordó Rocambole.

“Era frecuente ver a los compañeros, caminando por los pasillos de la facultad, con alguna naranja que le habían dado, de postre, en el comedor. El menú podía ser puchero, pero también podía ser unas buenas milanesas con puré, ravioles...”, afirmó Rocambole.

“Yo no comía en el comedor porque ya me ganaba la vida pintando afiches y carteles para obras de teatro, publicidades, etc. De todos modos iba seguido, porque ahí estaban mis amigos, y era el lugar obligado de fiestas, reuniones y asambleas. Recuerdo que una vez se presentó en el comedor una grupo de samba, de Brasil”, relató Rocambole.

“Por eso lo cerraron, porque era un lugar de encuentro de todos los estudiantes, más allá de su filiación política”, dedujo Rocambole.

En efecto: la dictadura de Juan Carlos Onganía se ensañó particularmente con la universidad pública (cabe añadir que durante ese gobierno ocurrió «La noche de los bastones largos»), y con el comedor universitario, que sufrió una cantidad considerable de atentados con bombas.

Según Rocambole, en los años `60, se vivía en la Escuela de Bellas Artes –hasta la llegada de la dictadura de Onganía– una suerte de “bohemia familiar”.

Es que la matrícula de estudiantes inscriptos era muy inferior a la actual. “Eramos pocos, algunos nos quedábamos toda la noche pintando, nadie nos decía nada, para los que no tenían un taller propio, era bárbaro, porque se quedaban trabajando en las aulas”, aseguró Rocambole.

El cierre del comedor universitario fue un hecho trágico para muchos estudiantes del interior y de otros países que no tenían donde comer.

“De repente echaron a los mejores profesores, nos quitaron las llaves de las aulas, y establecieron un régimen militar de cursadas. Ya no nos podíamos quedar a trabajar por las noches: terminaba la clase y nos cerraban las puertas”, lamentó Rocambole.

Sin embargo, según explicó Rocambole “toda esa ordalía, ese tormento, lejos de dividirlos, los juntó”.

Así fue que muchos estudiantes, ante el despido de profesores, decidieron desertar en masa. “Nos fuimos a vivir con todos los compañeros del centro de estudiantes a una casa que estaba situada en calle 13, frente al Club Atenas, que como estaba a punto de ser demolida, no nos cobraban el alquiler”, afirmó Rocambole.

“La primera propuesta que surgió en la casa fue crear un comedor universitario paralelo, porque el oficial estaba cerrado. Unas personas del gremio del Correo nos prestaron un lugar, y enseguida pusimos unos tablones, unos caballetes, y comenzamos a cocinar para 200 estudiantes, que no tenían donde comer”, recordó Rocambole.

“Habíamos conseguido unas ollas, inmensas, y con eso cocinábamos. Íbamos al Mercado Central de la calle 520, con un viejo jeep, prestado, a pedir las verduras y las frutas que no se habían vendido en los remates del día”, manifestó Rocambole.

“El comedor paralelo duró 3 meses, hasta que no lo pudimos sostener más”, confió Rocambole. Y agregó que además del comedor quisieron fundar una universidad paralela, con los profesores que los militares habían echado de la facultad.

“Muchos profesores fueron a la casa de 13, y dieron sus clases”, festejó Rocambole.

Luego, los cofrades se mudaron a la casa de 122 bis y 72 bis. “Allí podríamos haber armado una huerta, pero la verdad es que no sabíamos cómo hacerla, y era mucho trabajo. Había que estar todo el día trabajando y no podíamos desarrollar otras actividades que nos interesaban más, como el arte”, desmitificó Rocambole.

“No plantamos ni una papa”, bromeó Rocambole.


La Flor generacional

Según Rocambole, el nombre «La Cofradía de la Flor Solar» estaba flotando en el aire, como un motivo psicodélico de la época o un símbolo generacional (como el símbolo de la paz de los hippies).

“Había una escenógrafa que estaba montando una enorme flor solar en uno de los subsuelos de Bellas Artes, y a nosotros se nos ocurrió ponernos La Cofradía de la Flor Solar”, indicó Rocambole.

“También había una periodista de la revista Eco Contemporáneo (que dirigía el periodista y escritor Miguel Grinberg) que una vez vino a La Plata a hacer una nota y nos contó que ellos llamaban a la redacción de la revista «El reducto de la flor solar»”, recordó Rocambole.

Según señaló Rocambole, también había una librería platense que se llamaba La Cofradía de la Flor Solar (cuyo dueño era el filósofo León Iglesias), y hasta había un grupo de percusión que se hacían llamar “El espíritu de la Flor Solar”.


La vida en comunidad


Según Rocambole, fueron adquiriendo, con el paso del tiempo, y a partir de los errores, una mayor conciencia comunitaria. “La pregunta siempre era ¿cómo ganarnos la vida?”, confió Rocambole.

“Teníamos una mesa de serigrafías, y con eso hacíamos afiches, tarjetas, volantes, y recaudábamos algo de dinero. Después recibimos la visita de un artesano ("Marlon" Vilela, de la Eco Contemporáneo) que nos enseñó a trabajar en cuero y metal, y así inauguramos la artesanía urbana, que hoy está a la vista de todos, en cualquier plaza de la ciudad. Nosotros fuimos los primeros”, aseguró Rocambole.

“Un día un miembro de La Cofradía inquirió: qué hacemos con la plata en nuestros bolsillos. ¿Por qué no hacemos un fondo común? Esa noche, hubo varios cofrades que abandonaron la casa. Fue una desilusión, porque nosotros siempre bregamos por la solidaridad, pero era todo tan libre, que hasta esos gestos de individualismo también estaban contemplados, y respetados”, afirmó Rocambole.

"Los cofrades que se enojaban con nosotros se iban a vivir a La Casa de la Luna, que era la casa de Poli", ironizó Rocambole.

“Recaudábamos el dinero de las actuaciones del grupo musical, las artesanías, las changas, y anotábamos todos los gastos en un cuaderno. Hubo momentos de organización casi fascista, donde funcionábamos con la prolijidad y el orden de una operación militar. Casi siempre esos «golpes de estado» venían después de épocas de mucho desorden, hasta que nos dábamos cuenta de que no podíamos estar dos meses comiendo polenta, que había que llevar un orden”, explicó Rocambole.

“Anotábamos en un cuaderno: a las 7.30 nos levantamos; a las 8.30 trabajamos en el taller de artesanías; a las 11 meditamos en grupo y hacemos ejercicios espirituales; a las 22 ensayo de la orquesta musical, etc.”, indicó Rocambole.

“A veces la tensión dentro de la casa era muy fuerte, había discusiones, y alguno se enloquecía por la misma presión de la convivencia, pero salíamos adelante”, confió Rocambole.

“Luego comenzamos a trabajar en decoración y diseño de interiores, justo agarramos la época en que comenzaban a abrir en La Plata los primeros boliches (nosotros les llamábamos confiterías bailables). Así fue que conseguimos muchos trabajos. En un boliche hicimos toda una decoración medieval, en metal y mármol, y quedó muy bonita”, contó Rocambole.


“Tratábamos de conseguir en esos boliches que decorábamos un lugar para que después pueda tocar la banda musical”, afirmó Rocambole.

Drogas

Según contó Rocambole los cofrades conocían las drogas, porque muchas veces eran llamados para hacer "cambios" (reemplazar a algún otro músico) en los cabarets platenses. "Pinchevsky y Kubero Díaz eran muy virtuosos y enseguida se aprendían los temas, por eso los llamaban seguido para tocar tango en los cabarets y reemplazar a algún músico. Ahí conocieron la cocaína", afirmó Rocambole.

“Nosotros conocimos la marihuana a través de un hippie brasileño que nos visitó en la casa y nos regaló unas semillas. Nos explicó como plantarlas, y nosotros las plantamos en el jardín de la casa de 122. Cuando llegó la primavera vimos que empezaban a brotar unos tallitos, nos pusimos muy contentos... ¡Al fin íbamos a poder experimentar con la marihuana de los hippies!”, explicó Rocambole.

“Se había creado mucha expectativa entre los cofrades, hasta que nos dimos cuenta de que los brotes que habían nacido en el jardín eran idénticos a los de la casa del vecino, la plaza, etc., y que no era marihuana”, relató Rocambole.

“La droga, para nosotros, era un ritual, algo esporádico, espiritual, ligado a la música, el arte y la conciencia. Luego se puso de moda entre los psicoanalistas porteños usar LSD (ácido lisérgico) para que los pacientes puedan liberar más fácilmente el sub-conciente. Ahí sí, muchos cofrades probaron el LSD y tuvieron visiones fantasmagóricas”, contó Rocambole.

“Había un gran debate dentro de la casa en torno al uso de drogas: estaban los que estaban a favor de la droga, para experimentar, y los que estaban a favor de la experimentación pero, sin drogas. «Tampoco quemar por quemar», repetían los que se oponían al uso de drogas”, recordó Rocambole.

Rocambole contó que un día, revisando los cuadernos donde se anotaban todas las actividades de la casa, descubrió que los días que había visitas decaía considerablemente la producción de artesanías. Luego se dio cuenta que la producción decaía porque los visitantes traían «fumo».

“Hubo que restringir las visitas”, bromeó Rocambole.

Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota
 
"La gráfica de Oktubre es la que más me gusta, por todo lo que pasó después y la aceptación que tuvo en la gente. Cuando vi que había mochilas, banderas y remeras con la imagen que yo había diseñado, me emocioné mucho. Y... a quién no le gusta que se lo reconozca", soltó Rocambole.

Con respecto a si La Cofradía influenció a Los Redondos o no, Rocambole dijo que "el Indio siempre dijo que a él no lo influenció La Cofradía, y tiene razón, porque él no vivía en La Plata, pero por ahí a Fenton o a Skay, que eran habitués de nuestra casa y concurrían a los ensayos de la banda, sí los influenció".

"La experiencia de la autogestión la inciamos los cofrades y luego Los Redondos la retomaron", argumentó Rocambole.

En torno a la decisión que tomaron Los Redondos, cuando decidieron transformarse en una banda de rock, tradicional y estable, y alejarse del "circo" de intelectuales y bohemios platenses que le había dado vida al grupo, Rocambole sentenció: "Fue una decisión política que tomaron Poli y el Indio".

"Ahora a las traiciones se les llama decisiones políticas", deslizó Rocambole.

"La diferencia entre La Cofradía y Los Redondos es que La Cofradía fue un proyecto para el amor; Los Redondos, no. Eso explica, en parte, por qué La Cofradía sigue tocando y seguimos en contacto, siendo muy amigos, y Los Redondos, no.

Fuente:http://popnervioso.blogspot.com/2008/05/entrevista-con-rocambole.html 


19 de mayo de 2011

ATENCION RIO TERCERO

amplía con un clik en la imagen


*ROCAMBOLE*
El artista plástico Ricardo Cohen -ROCAMBOLE-
inauguró ayer viernes 20 de mayo, a las 21hs, una muestra en el:


*Museo Regional Florentino Ameghino*

Intendente Del Buono y San Pedro
Río Tercero
Córdoba

Inauguración: 20 de Mayo

Cierre: 20 de junio

La muestra se podrá visitar de lunes a viernes 
en los siguientes horarios.
Lunes a viernes:  8 a 12 y de 14 a 20Hs.
Sábados, domingos y feriados: 15 a 19Hs.

18 de mayo de 2011

Florecimientos musicales



El 20 de mayo Lulacruza presenta su EP Circular Tejido en el Espacio Urania Giesso. Compartirán escenario con la cantautora Maricel Ysasa, quien estrenará su álbum debut Nacerán las hojas.

muyricotodo
Por Pablo Bobadilla

LULACRUZA es un dúo de folk electrónico que teje canciones luminosas, instrumentos autóctonos Sudamericanos y nuevas tecnologías digitales. Regresan a Buenos Aires luego de su recorrido por Colombia junto al cineasta francés Vincent Moon con quien registraron un álbum visual recolectando sonidos de la flora y fauna en distintas regiones del país. El nuevo disco es un EP con 4 canciones y ha sido editado digitalmente en Japón por Nature Bliss, y en formato físico por Acqua Records, fue seleccionado para el catálogo del Club del Disco e incluye colaboraciones con músicos como: Marië Abe (Japón), Soema Montenegro (Argentina), Claudia Cuentas (Peru), Emo Suarez (Argentina), Evan Fraser (USA), Ramiro Flores (Argentina), y Manu Schaller (Argentina). El arte de tapa del disco es obra de la artista argentina Paula Duró.

Tour 2010: 
Lulacruza realizó una gira por Estados Unidos, 21 conciertos en los estados de New York, New Mexico, Florida, Colorado, California y Oregon. En la primera edición de la Bienal de las Américas en Denver tocaron junto a Juana Molina en una noche denominada El futuro del folk. Se presentaron en dos festivales al aire libre en campamentos masivos de 4 días de música y arte: Priceless, en California y Beloved, en Oregon. Ambos fomentan la sostenibilidad y difunden emprendimientos ecologistas. En Priceless, de perfil más tecnológico, tocaron con: Shigeto y Mux Mool (del sello Ghostly) y David Last. En Beloved, orientado al world music, compartieron grilla con: Vieux Farka Toure, Hassan Hakmoun, y Alam Khan. El dúo realizó 4 conciertos en Nueva York, fueron artistas en residencia en la galería Simigo en Miami y finalizó su tour como teloneros de la gira de Edward Sharpe and the Magnetic Zeros en Eugene y Portland, Oregon con entradas agotadas cada noche. Lulacruza regresó a Argentina en septiembre, dio una serie de conciertos gratuitos en Buenos Aires, luego compartió dos conciertos en La Trastienda junto a Totó La Momposina y cerró el año presentándose con Gaby Kerpel en Urania Giesso.

Bio:
LULACRUZA son Alejandra Ortiz (Colombia) y Luis Maurette (Argentina). Tras conocerse estudiando en Berklee College of Music en Boston (USA), Lulacruza ha editado tres discos: Do Pretty! (2006), Soloina (2008) y un EP de remixes llamado Canta (2009). Desde su debut en el 2006 han tocado en más de 30 ciudades en 5 países y su música ha sido incluida en documentales colombianos, argentinos y mexicanos, y en compilados en Italia, USA, Argentina y Venezuela. En 2007, fueron Today’s Top Tune en Morning Becomes Eclectic KCRW 89.9. En 2008 fueron Artistas en Residencia en el Red Poppy Art House, San Francisco, CA; y recibieron premios de Zellerbach Family Foundation y de William & Flora Hewlett Foundation por sus performances multimedia y su alcance social. En 2009, su segundo disco fue incluido en el prestigioso catálogo del Club del Disco. Lulacruza vive entre San Francisco (USA), Bogotá (Colombia) y Buenos Aires (Argentina).



Maricel Ysasa presenta su disco debut: Nacerán las hojas.


Maricel nació el 30 de enero de 1984, en Atalaya, provincia de Buenos Aires. Estudió en el conservatorio de música clásica Alberto Ginastera, en la localidad de Morón. Trabaja como docente en varias escuelas de La Matanza y es uno de los secretos que atesora el catálogo del sello de música experimental Noseso Records que acaba de editar el primer disco de esta cantautora: Nacerán la hojas, que reúne composiciones acústicas y breves.

Maricel grabó con Zelmar Garín, fundador del sello Noseso Records, que ha editado en medio de su catálogo experimental los discos de canciones de Eduardo Herrera y Soema Montenegro. El hermano de Zelmar, Waldemar, acompaña a Maricel en violín. Zelmar, productor del disco, define: “Maricel toca la guitarra y canta desde pequeña. A pesar de ser una cantautora nueva, alberga en su música la madurez de la composición minuciosa. Sus canciones de poética sencilla pero concentrada, de estéticas musicales que van de lo experimental a lo folklórico, sin ser forzado, cuenta con colores propios”.

La artista cuenta sobre su opera prima: “Surgió tocando mucho, sin ninguna pretensión, siempre en la búsqueda de algo sincero, que me conecte principalmente conmigo y dejando que la música fluya, que nazca desde la intuición. Grabé con amigos que conozco desde hace 10 años. Participa en piano mi amiga Carolina Rizzi. Grabar es otro mundo, muy interesante también, una experiencia nueva y muy linda, que implica mucho esfuerzo, pero siempre buscando que surja desde el disfrute”.

En diciembre de 2010 el cineasta francés Vincent Moon creador de La blogoteque, filmó a Maricel para su nuevo proyecto: Petites Planetes, que será un net label, con retratos documentales sobre artistas de todo el mundo, del que los usuarios podrán descargar contenido audiovisual en forma gratuita.



El concierto es el 20 de mayo 
a las 22 horas 
en Cochabamba 370

Las entradas están a la venta desde 25 pesos y se reservan escribiendo a: urania@uraniagiesso.com.ar

Para más información:

www.myspace.com/maricelysasa/music
www.lulacruza.com

Rosario! CABUROBLUS en vivo!


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TRUCO GALLO presenta su Primer Disco



20 Mayo 21:3027 Mayo a las 0:30


Domus Artis - Av. Triunvirato 4311 
Villa Urquiza - Capital Federal


El nombre “ Truco Gallo” deriva de una variante del juego del truco que permite jugar de a tres. También es el nombre de este trío de Latin Jazz y del disco homónimo que van a presentar estos tres músicos Barilochenses - hijos de músicos - que actualmente viven en Buenos Aires. El trío está formado por Guillermo Navarro en batería, Francisco Martínez Castro en piano y Santiago Rapoport en bajo eléctrico. El disco-debut de estos jóvenes músicos patagónicos, grabado en vivo en el estudio “Casa Frida”, transita mediante composiciones instrumentales propias, los caminos del latin jazz, el merengue caraqueño, el choro brasilero, el candombe y otros ritmos latinoamericanos. El trío equilibra vitalidad y virtuosismo sin dejar de lado la musicalidad y las melodías cautivantes.


Entradas $30. -  Reservas al: 45228294





CUEVEROS EN SU SALSA

Rocky Rodríguez-Moris-Pajarito Zaguri
LA CUEVA - 1966
Cortesía Jimmy Olszevicki vía Pipo Lernoud


13 de mayo de 2011

Gratis: Pat Coria y los Susceptibles

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Sábado 14 de mayo 24:30 
en BORIS Gorriti 5568




9 de mayo de 2011

Iluminados por el fuego

(Foto Cristian Seligmann de El Acople)


OPINION - PAGINA 12

 Por Eduardo Fabregat

 LUNES 9 DE MAYO DE 2011

¿Ahora se entendió?

En los días posteriores al 30 de diciembre de 2004, en los debates que suscitó el uso de pirotecnia en recitales de rock y en los meses que siguieron, hubo que escuchar la misma, estúpida teoría: “En los recitales al aire libre no pasa nada”. No es lo mismo que Cromañón, dijeron quienes sostienen contra toda lógica la teoría de que el espectáculo se conforma de un grupo arriba del escenario y una proliferación de fuegos y banderas en el público. De nada servían los múltiples testimonios de personas quemadas por chispas, medio ahogadas por el humo, molestas por el peligro latente, ofendidas por la falta de respeto a los muertos de Once. Al aire libre no pasa nada, repetía el coro.
El 30 de abril, en el show de La Renga en el Autódromo de La Plata, al aire libre, Miguel Ramírez recibió un bengalazo en el cuello. El viernes 6 de mayo, los médicos que lo atienden diagnosticaron “muerte cerebral”.

¿Ahora sí se entendió?

Han pasado apenas unos días desde el anuncio de la Cámara de Apelaciones y las sentencias del TOC 24 sobre las muertes de Cromañón. Y aquí estamos, hablando otra vez de las mismas cosas. De quién estaba a cargo de la seguridad y el cacheo de los asistentes, que en este caso y para profundizar las sensaciones lleva el pintoresco nombre de Chacal Producciones. De por qué el público de rock tiene tantos problemas para tomar conciencia y aprender a cuidarse más allá del cuidado que deben tener los otros. De por qué no hay una actitud integral del medio hacia el tema de la pirotecnia: La Renga supo parar sus shows cuando apareció una bengala, el Indio Solari deja que el público “se exprese” libremente y hasta defendió el fuego en una entrevista de Rolling Stone. El viernes, un comunicado atribuido al Indio señaló: “Mi posición frente al juego de bengalas en los conciertos al aire libre siempre se sostuvo en entender que si esos fuegos artificiales se entendían como de extrema peligrosidad aún fuera de los locales cerrados, lo correcto y conveniente sería la prohibición de su venta al público y no el traslado del deber policial a los organizadores de los eventos. El control en estas reuniones multitudinarias se hace prácticamente imposible por el hecho de que el público no concurre al estadio sino hasta un momento cercano al inicio del show y en tan corto tiempo, entonces, se torna muy difícil el revisar exhaustivamente a los concurrentes. De cualquier manera y tomando en cuenta los accidentes que pueden ocasionar, les pido a quienes se acerquen a mis conciertos que se abstengan de su uso”.

Otra vez, la aparición de una víctima es lo único que viene a despertar conciencias. ¿Por cuánto tiempo? ¿Qué nueva visión irresponsable vendrá a reemplazar ese “al aire libre no pasa nada”? Ya habrá quien se apropie de esas palabras del Indio y enarbole un “bueno, si el Estado no las prohíbe, la culpa no es nuestra”, reciclando de paso ese maravilloso deporte de echarles la culpa de todo a los gobernantes sin hacerse cargo de lo que a cada uno le toca.

Cuesta creerlo, de verdad. Desde diciembre de 2004, las discusiones alrededor de este tema fueron contaminadas por esa clase de conceptos engañosos, que no ayudaron a aclarar la cuestión de fondo. Ahora que hay otro joven en una cama de hospital, ahora que hay otra familia destrozada, ¿podremos discutir de verdad lo que hay que discutir? ¿Podemos dejar de lado, de una buena vez, las teorías que defienden lo indefendible, que disculpan lo que no puede disculparse, que se cagan en la historia reciente? 

¿Podemos recordar y subrayar que el rock es otra cosa, que las bengalas, candelas y tres tiros son el entretenimiento de imbéciles que babean ante el fuego y no ante una creación artística?

Ahora que tenemos otro muerto, ¿se entendió?




“El aguante” no se aguanta más

Fecha: 6/05/2011

El estado desesperante en el cual se encuentra Miguel Ramírez tras recibir un bengalazo en el cuello en pleno show de La Renga no debe hacernos perder el eje de la cuestión: las cosas que somos capaces de hacer por el rock.




Miguel Ramírez, última víctima del "aguante"

Y toda reflexión debe empezar por una autocrítica: los periodistas tenemos parte de la culpa por fomentar “la fiesta”. Fue tema de debate justamente esta semana con Nacho Girón y con Bruno Larocca en la presentación de la Revista Dale: durante mucho tiempo, los medios reflejamos lo que sucedía abajo del escenario, como si fuera más importante que lo de arriba. Y en buena medida, seguimos haciéndolo.
Dejemos de hablar de “accidente” porque no es un suceso eventual. Acá hay desidia, irresponsabilidad, delincuencia e impunidad. 

¿Por qué suponemos que tirar una bengala en un lugar abierto no trae riesgos? Acaso haya pasado mucho tiempo ya desde el asesinato del hincha de Racing en la Bombonera, en 1983, cuando la barrabrava de Boca tiró una bengala que impactó también en el cuello del hincha, que estaba en la popular de enfrente.

¿Ahora sí aprenderemos?

Es hora de cortarla. De pensar qué hicimos, qué hacemos. De discutir. De seguir pensando y de decidir qué haremos. Tenemos derecho a exigir no ya calidad artística, sino al menos un nivel de show. Con las condiciones adecuadas en el lugar para albergar a la cantidad de gente que corresponda.

Lo ocurrido en el Autódromo de La Plata no es igual a lo de Cromañón. A diferencia de La Renga, Callejeros incentivaba públicamente el uso de bengalas y, según consta en la causa, ayudaba a ingresar la pirotecnia al boliche.

Seguramente sea sincero el sentimiento de la banda tras lo sucedido el sábado. Y es elogiable que acompañen a Miguel y sus familiares. Pero más allá de eso, La Renga tiene su responsabilidad en la mala organización del recital. Un fan está agonizando y otros 59.999 vivieron una odisea inexplicable, insólita y peligrosa por ir a verlos. Debieron caminar 5 kilómetros por el barro y bajo la lluvia para entrar o salir del Autódromo. Debieron esperar durante horas para poder volver a sus casas. Eso no es “tener aguante”: es tolerar cualquier vejamen por parte nuestros ídolos, de aquellos que dicen preocuparse por nosotros y cuidarnos. 

Y encima, los defendemos ciegamente.

Que se entienda bien: no estoy mezclando a La Renga con la bengala. Pero si La Renga (o cualquier otro) sigue organizando los shows de esta manera, no debiéramos ir más. En algún momento tenemos que decir basta. Nosotros, los periodistas y los espectadores. No podemos seguir aguantando cualquier cosa en el nombre del rock. Así como nos indignamos porque TBA nos trata como caballos para viajar en tren también debiéramos hacerle saber a estas productoras de eventos masivos que no estamos conformes. Porque vamos a ser sinceros: viajar para ir a trabajar es realmente la diferencia entre la vida y la muerte.

Es cierto que, como dijo el Indio Solari, resulta prácticamente imposible revisar a miles de personas que pugnan por entrar a un lugar media hora antes de empezar un recital. Pero es un facilismo exigir que se prohiba la venta de bengalas por la sencilla razón que es inviable.

Un tipo con el carisma y los millones de seguidores que tiene Solari dejó pasar una oportunidad quizás única de quebrar esta lógica macabra: si hubiera condenado en serio a las bengalas, desde ese momento en adelante la historia sería otra. Habría sido tomado como palabra santa. Pero prefirió poner en primer lugar su reclamo hacia la venta de pirotecnia y la imposibilidad de controlar la situación en vez de hacer una autocrítica y bajar línea. Las palabras “les pido a quienes se acerquen a mis conciertos que se abstengan de su uso” suenan muy tibias para un momento como éste.




5 de mayo de 2011

Nuevos Cimientos




espectaculos

PÁGINA 12 - Jueves, 5 de mayo de 2011




EL INSTITUTO NACIONAL DE TECNOLOGIA INDUSTRIAL PUBLICO NUEVOS CIMIENTOS

Páginas para repensar 

la Argentina

El libro reúne textos de unos setenta colaboradores de diferentes áreas del conocimiento, con la idea del intercambio como base. Horacio González, Miguel Grinberg, Héctor Valle y Enrique Martínez (presidente del INTI) participaron de la presentación.


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1 de mayo de 2011

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